Se suele decir que lo barato sale caro y que las ofertas no siempre son calidad, cuando adquieres algo que es demasiado barato sabes que a la larga ese objeto se terminará arruinando mucho más rápido; en otras palabras, se echará a perder con mayor facilidad. Lo mismo ocurre con los consejos que las personas amablemente y de manera gratuita se ofrecen a darnos incluso sin que se los pidamos. Resulta que cuando estamos frente a una situación en particular o frente a una gran disyuntiva, las personas aparecen prestas a abrir su caja de consejos para con ellos de algún modo suavizarnos la situación o al menos eso creen y en medio de la confusión empezamos a escuchar a todos a nuestro a alrededor muchas voces que intentan disuadirnos de que su consejo o sugerencia es el mejor como un ambulante intenta convencerte de que su producto es mejor que el producto de su vecino de a lado.

Suele ocurrir que las personas están prestas a opinar y aconsejar incluso sin que se los hallamos pedido y es que lo cierto es que finalmente las personas que se encuentran en la situación en particular y finalmente las llamadas decidir por nuestra cuenta somos nosotros, lo demás es simple ruido como el que ocurre cuando estas escuchando tu canción favorita y alguien llama al a puerta y el timbre se cruza con el sonido de tu canción.

La siguiente vez que alguien intente brindarte uno de sus fabulosos y mágicos consejos gratuitos pregúntale lo siguiente: ¿Tú has experimentado esto? ¿es tu experiencia igual a la mía? ¿Tuvo tu experiencia resultados positivos? ¿Estas segura o seguro que la experiencia que me vas a compartir realmente será útil para mí y me ayudará a afrontar esta situación?

Si el consejo  que has de recibir no parte de la propia experiencia y no trajo un resultado positivo en la situación puedes estar seguro o segura que es uno de esos consejos gratis que a la larga te traerá mas desmadre del que realmente necesitabas, es como si tu supieras que debes tomar una ruta pero luego vienen muchas personas e intentan convencerte de que esa no es la ruta que deberías tomar, entonces terminas tan confundida o confundido y con la cabeza echa una confusión que lo que creías sabes se convierte en duda, así tanto consejo gratis en lugar de ayudarte solo te confundió, la buena noticia es que la sabiduría humana es la que finalmente te permite saber que aunque perdiste el camino siempre puedes regresar a ti.